La taxonomía biológica como la disciplina científica que conocemos hoy en día nació en Europa. Allí, a mediados de la Edad Media europea se habían formado las universidades, donde se discutían temas de índole filosófica y técnica. Fue en ese contexto donde los naturalistas se dieron cuenta de que, si bien los nombres vulgares son útiles para el habla cotidiana, necesitaban un sistema más universal y riguroso para nombrar a los organismos: cada especie debía ser nombrada, cada especie debía poseer un único nombre, y cada especie debía ser descripta de forma inambigua. Posteriormente, con la dominación militar y cultural que una Europa revitalizada sostendría sobre el resto del mundo, el sistema allí consensuado se extendería a todo el globo.
Los árboles filogenéticos tienen forma de dendrogramas. Cada nodo del dendrograma se corresponde con un clado: un grupo de organismos emparentados que comparten un mismo ancestro común. Los nodos terminales (aquí simbolizados por letras individuales) no pueden ir más allá de las especies, ya que por definición, por debajo de la categoría especie no se pueden formar grupos reproductivamente aislados entre sí, y por lo tanto no evolucionan como linajes independientes, por lo que no pueden ser representados por un diagrama en forma de árbol.La Taxonomía Biológica es una subdisciplina de la Biología Sistemática, que estudia las relaciones de parentesco entre los organismos y su historia evolutiva. Actualmente, la Taxonomía actúa después de haberse resuelto el árbol filogenético de los organismos estudiados, esto es, una vez que están resueltos los clados, o ramas evolutivas, en función de las relaciones de parentesco entre ellos.
En la actualidad existe el consenso en la comunidad científica de que la clasificación debe ser enteramente consistente con lo que se sabe de la filogenia de los taxones, ya que sólo entonces dará el servicio que se espera de ella al resto de las ramas de la Biología (ver por ejemplo Soltis y Soltis 2003[1] ), pero hay escuelas dentro de la Biología Sistemática que definen con matices diferentes la manera en que la clasificación debe corresponderse con la filogenia conocida.
Más allá de la escuela que la defina, el fin último de la Taxonomía es organizar al árbol filogenético en un sistema de clasificación. Para ello, la escuela cladística (la que predomina hoy en día) convierte a los clados en taxones. Un taxón es un clado al que fue asignada una categoría taxonómica, al que se otorgó un nombre en latín, del que se hizo una descripción, al que se asoció a un ejemplar "tipo", y que fue publicado en una revista científica. Cuando se hace todo esto, el taxón tiene un nombre correcto. La Nomenclatura es la subdisciplina que se ocupa de reglamentar estos pasos, y se ocupa de que se atengan a los principios de nomenclatura. Los sistemas de clasificación que nacen como resultado, funcionan como contenedores de información por un lado, y como predictores por otro.
Una vez que está terminada la clasificación de un taxón, se extraen los caracteres diagnósticos de cada uno de sus miembros, y sobre esa base se confeccionan claves dicotómicas de identificación, las cuales son utilizadas en la tarea de la determinación o identificación de organismos, que ubica a un organismo desconocido en un taxón conocido del sistema de clasificación dado. La Determinación o identificación es además la especialidad, dentro de la taxonomía, que se ocupa de los principios de elaboración de las claves dicotómicas y otros instrumentos dirigidos al mismo fin.
Las normas que regulan la creación de los sistemas de clasificación son en parte convenciones más o menos arbitrarias. Para comprender estas arbitrariedades (por ejemplo, la nomenclatura binominal de las especies y la uninominal de las categorías superiores a especie, o también la cantidad de categorías taxonómicas y los nombres de las mismas) es necesario estudiar la historia de la Taxonomía, que nos ha dejado como herencia los Códigos Internacionales de Nomenclatura a cuyas reglas técnicas deben atenerse los sistemas de clasificación.
Nombre científico: Hylamorpha elegans (Burmeister).
Nombre vernacular: Pololo Sanjuan verde.
Diagnosis: Largo total entre 15 y 18 mm. de largo por 6 y 8 mm. de ancho. Cuerpo verde intenso, borde anterior de la cabeza curvado hacia arriba, élitros del mismo color que el tórax o ligeramente más oscuros con tonalidades doradas y con punctuaciones ordenadas en hileras. Sobre los élitros hay pequeños pelos blancos cortos y gruesos. Patas verdes con tonos dorados y pelos blancos. Parte ventral del tórax y cabeza con abundantes pelos blancos y largos. La parte ventral y sobre todo el último segmento abdominal están densamente cubiertos por blancos, cortos y planos, fuertemente adosados a la superficie del cuerpo cubriéndolo por completo.
Estados inmaduros:
* Huevo: Puestos en grupos bajo el suelo aproximadamente a 2 y 3 cm. de profundidad. * Larva: Larva curvada blanca con pelos castaño clara y aparato bucal castaño oscuro, patas blancas con pelos y uñas castañas. Largo total entre 25 y 27 mm. Cuando sale del huevo siguen hundiéndose hasta unos 10 y 15 cm. * Pupa: Aparecen usualmente a 15 y 25 cm. bajo tierra, en el interior de una ligera celda de tierra débilmente endurecida.
Tipo de alimentación: El adulto consume hojas de sin dañar la nervadura. La larva come raíces de gramíneas, también se han encontrado bajo la madera en descomposición
Hormiga bala (Paraponera clavata)
Paraponera (del griego ponerina, "dolor"). Su nombre común proviene de su potente y poderosa picadura, a la que comparan con el dolor producido por el disparo de una bala. En algunas zonas también se la conoce como hormiga 24 horas por las 24 horas de dolor tras su picadura. Las obreras llegan a medir hasta 25 mm y las reinas son incluso mayores.Habita en la selva, desde el Amazonas hasta la costa atlántica de Costa Rica y Nicaragua.
Video de ritual de iniciación de una tribu amazónica con cientos de "hormigas balas" puestas en las manos del nuevo guerrero:
Hormigas soldado o marabunta
La colonias suelen ser muy grandes de 100.000 a 2.000.000 de individuos adultos. Avanzan formando un batallon movil, denominado marabunta. No crean un hormiguero estable, van arrasandolo todo por donde pasan. Usan sus cuerpos creando puentes para salvar un obstàculo e incluso crean catapultas con individuos para ser lanzados contra sus presas.La marabunta es la auténtica reina de la selva, cuando avanza nadie sobrevive, hasta los mamiferos más grandes huyen en estampida al paso de una oscura horda que deja un rastro de muerte a su paso. Cualquier cosa que se mueva puede formar parte de menu.Las maras, bandas organizadas toman el nombre de de las hormigas marabunta.
I. Identificación
La mariposa dorada pertenece al orden de los lepidópteros y a la familia Hesperiidae. Su tamaño viene estando en 3 cms en la alada.
Tienen un aspecto físico muy significativo, pues junto a otra especie del mismo género (la Argopteron aureipennis) presentan una característica exclusiva, tienen las alas de color dorado brillante en su cara inferior.
La mariposa dorada macho presenta sus alas doradas brillantes en la parte inferior, mientras que a la hembra se la diferencia porque su dorado es más opaco en su parte inferior.
II. Distribución
Habita en los bosques de fagáceas (familia de árboles o arbustos monoicos o hermafrodita de hoja caduca o perenne) de Chile, pues la mariposa dorada es un endemismo de este país. En estos bosques desarrolla su ciclo vital y es fácil verla entre los claros asoleados de los árboles. Se distribuyen desde aproximadamente Maule hasta Aysén. En otras zonas chilenas en las que se ha visto a esta lepidóptera es en Fabián de Alico, Coihueco, Pinto, Pemuco, Yungay, pero en Ñuble concretamente, su distribución está supeditada a la Cordillera de los Andes.
Los machos tienen el abdomen delgado y cilíndrico, mientras las hembras lo presentan ancho y con unas expansiones características cerca del extremo posterior. La foto muestra una pareja de insectos adultos.Cuando alcanzan la madurez se aparean y ponen varios huevos diarios durante algunas semanas. Los huevos, de color pardo, tienen forma de barril, de unos 3 mm de longitud, con relieve superficial y un opérculo bien visible.Alimentación y cuidadosSe alimenta de hojas de zarza (Rubus sp.), zarzamora, rosal (Rosa sp.), escaramujo o rosal silvestre y afines, y aunque es capaz de consumir otras especies, la zarza silvestre parece ser la preferida, en especial las hojas de color verde más intenso. Algunos ejemplares incluso rehusan consumir otra cosa que no sea zarza.InsectarioSituando en el insectario algún pequeño recipiente con agua en el que introducir los extremos cortados de los tallos de zarza, éstos permanecen frescos varios días. Da buen resultado colocar una malla de nailon (como la de las bolsas de naranjas) cubriendo la boca del recipiente para evitar la caída al agua de los insectos pequeños a la vez que permite introducir los tallos.Es importante mantener los animales al abrigo de corrientes de aire y no se deben colocar tampoco expuestos al calor, como por ejemplo sobre radiadores de calefacción.El terrario-insectario debe cerrar bien, no dejando espacios abiertos que permitan el paso de los insectos, pues aunque durante el día permanecen prácticamente inmóviles, e incluso a veces parecen estar muertos cuando se les perturba, durante la noche manifiestan gran movilidad y se escapan fácilmente por cualquier resquicio, es especial los ejemplares jóvenes. Viven bien en terrarios de vidrio, que mantienen una elevada humedad en su interior, aunque hay que ventilarlo lo suficiente y, cada dos a cuatro días, limpiar el fondo de excrementos, recoger los huevos si los hubiere y renovar el alimento en caso necesario.Macho de LamponiusSe pueden manipular sin temor pues son completamente inofensivos. A veces tienden a agarrarse a las manos y caminar, siendo también frecuente que adopten la inmovilidad absoluta, simulando "estar muertos" como estrategia defensiva. A pesar de su tamaño, son frágiles y es preciso tener cuidado de no arrancarles algún miembro al intentar separarlos de los tallos y hojas cuando se cambia el alimento. También hay que ser precavido para no tirar alguno al cambiar el alimento, pues agarrados a los tallos pasan fácilmente desapercibidos.Bajo ningún concepto se deben soltar en la naturaleza. La liberación de especies foráneas siempre supone el riesgo de ocasionar un daño ecológico de resultados impredecibles.ReproducciónAl alcanzar la madurez ponen a diario huevos sueltos en el fondo del insectario.Huevos de Lamponius Los huevos se distinguen de los excrementos por su forma regular, de barril, con un opérculo en un extremo y una especie de marca de forma acorazonada en un lateral, se trata de la placa micropilar. Son algo menores que un grano de arroz, de color pardo y muestran relieve en su superficie. Lo más característico es la presencia de una especie de tapadera u opérculo, que se abrirá en la eclosión.Es conveniente retirar los huevos y situarlos en otro recipiente para no perderlos en la limpieza y saber cuando nacen nuevos ejemplares. Se recomienda mantenerlos sobre un sustrato de turba con algo de humedad pero esto provoca el crecimiento de hongos. Basta con colocarlos en alguna caja de plástico transparente para vigilar la eclosión.Detalle del huevo de Lamponius: placa micropilarLos huevos pueden tardar en eclosionar más de cuatro meses, hasta siete en algunos casos, en función de las condiciones ambientales. Si se incuban bajo una calefacción suave eclosionan antes pero las ninfas tienen menos probabilidades de supervivencia.Al no haber sido puestos al mismo tiempo, irán eclosionando día tras día durante cierto tiempo. Suelen hacerlo durante la noche, teniendo el juvenil un aspecto similar al del adulto pero de muy pequeño tamaño y color muy oscuro, con una longitud de alrededor de 1,5 cm. Inmediatamente se pueden colocar en el mismo terrario junto a los adultos pues pueden convivir sin problemas, tan sólo hay que tener más precaución durante la limpieza por su pequeño tamaño y su tendencia a escapar.
Para su cultivo hay que tener en cuenta que es una planta que debe estar en semisombra o sombra. No es amiga de las bajas temperaturas, tampoco tolera bien los vientos fuertes y las heladas, por este motivo en el invierno la begonia deberá cubrirse